. .
Luego decidimos cortar el cable(por razones de principios que en otra oportunidad contaré) y entramos todos en una etapa de abstinencia televisiva que iba de la alegría y el orgullo; hasta la desesperación por no poder hacer zaping en los 80 canales. Cada integrante de la familia, interiormente, hacia el duelo en silencio, por algún programa favorito que había resignado. Poco a poco el vacío e convirtió en más dialogo y vida familiar. Empezamos tomando conciencia de la importancia innecesaria que había tomado la televisión.
Por el lado de mi hijo este entró en un proceso de "desintoxicación" de mensajes televisivos que lo obligaron a inventarse juegos con maderitas, bolitas y juguetes en desuso. La ausencia de propagandas promocionando juguetes que nunca tendría lo ubicó en otro lugar en la vida. La adrenalina de algunos dibujitos que lo aceleraban de tal manera que ni el sabía a qué quería jugar dieron lugar a otro tipo de juegos mucho más creativos. No es que a razón de esto todo sea una maravilla, pero los estados de ánimo tienen que ver más con la vida que elegimos tener y no con la que nos dicen que tendríamos que tener(consumir).
Hoy la situación es distinta, ya casi no habla en portorriqueño y le bajé películas infantiles alternativas (al mundo Disney) muy interesantes. Tenemos Tv Digital gratuita y cuando está nublado nos llega la señal de Paka Paka o Ta te ti y s
e empanza de dibujitos distintos y programas más acorde a su realidad.
Todavía habla de Ben 10 y los alienígenas pero también descubrió a Kirikú y a la bruja Karabá. Yo lo veo reír y algunos días me siento con el a ver la tele...no es que con esto basta para que seamos buenos padres, pero el hecho de NO estar tratando de "protegerlo", también, de un aparato nos genera bastante tranquilidad.

Por el lado de mi hijo este entró en un proceso de "desintoxicación" de mensajes televisivos que lo obligaron a inventarse juegos con maderitas, bolitas y juguetes en desuso. La ausencia de propagandas promocionando juguetes que nunca tendría lo ubicó en otro lugar en la vida. La adrenalina de algunos dibujitos que lo aceleraban de tal manera que ni el sabía a qué quería jugar dieron lugar a otro tipo de juegos mucho más creativos. No es que a razón de esto todo sea una maravilla, pero los estados de ánimo tienen que ver más con la vida que elegimos tener y no con la que nos dicen que tendríamos que tener(consumir).
Hoy la situación es distinta, ya casi no habla en portorriqueño y le bajé películas infantiles alternativas (al mundo Disney) muy interesantes. Tenemos Tv Digital gratuita y cuando está nublado nos llega la señal de Paka Paka o Ta te ti y s
Todavía habla de Ben 10 y los alienígenas pero también descubrió a Kirikú y a la bruja Karabá. Yo lo veo reír y algunos días me siento con el a ver la tele...no es que con esto basta para que seamos buenos padres, pero el hecho de NO estar tratando de "protegerlo", también, de un aparato nos genera bastante tranquilidad.
.
.